El fallecimiento por suicidio de un funcionario del Poder Judicial, dejaría al descubierto un drama de acoso laboral, cuya trama se habría gestado y desarrollado en el seno nada menos que de la Suprema Corte de Justicia.
Según informaran esta semana diversos medios de prensa, tanto familiares del funcionario como compañeros de trabajo amedrentados, manifestaron su indignación por la trágica conclusión del calvario por el que habría atravesado quien fuera secretario personal del director de los Servicios Administrativos de esa institución.
La gravedad de los hechos mencionados pondría en duda la capacidad real del Estado para salvaguardar la integridad física y sicológica de sus integrantes, partiendo nada menos que del máximo organismo desde donde el país espera se administre justicia.
Desde Libertad Responsable, consideramos intolerable el solo hecho de que alguien pueda concebir el uso de un cargo público, para generar presión o dañar de forma consciente y sistemática la moral o la dignidad de otra persona, sea o no su subalterno.
De comprobarse los hechos que hoy comienzan a investigarse, deberá llegarse hasta las últimas consecuencias en lo que refiere a acusaciones y sanciones ejemplarizantes, de quien o quienes resultaren responsables de tan tiránicas actitudes.