Educación, educación, educación. Y otra vez, educación.

De esa forma exclamaba José Mujica en su discurso como Presidente de la República. Poco quedó en la realidad de su intención de reformar la educación, aunque en todo caso haya tenido realmente la buena intención de realizar la reforma de la educación que este país tanto necesita.

El día 9 de mayo salió en varios medios digitales de que, según el Monitor Educativo de Educación Inicial y Primaria, tanto la matriculación como la repetición disminuyeron. Según el informe, la matriculación de niños en educación común, que corresponde a los 6 años de educación primaria, viene en franco descenso desde el 2012 hasta el 2018 (-9%) donde se estabilizó y a partir de 2020 tuvo un pequeño repunte . Por su parte, en educación inicial, la matriculación ha ido en continuo aumento desde el 2012 hasta el 2020 (+15%), siendo el 2021 un año con una considerable baja (-3.7%) en referencia al año 2020.

Respecto a la repetición en educación común,  la misma ha descendido entre los años 2012 y 2019 en un 37.5% y, si miramos solamente primer año de enseñanza primaria, tuvo un descenso del 31%. Ambos indicadores tuvieron aumentos a partir del 2020 y volvieron a bajar para el 2021.

Amen de que los años de pandemia fueron complejos para el sistema educativo, los alumnos, sus familias y la población en general, y que en el año 2021 los indicadores tuvieron una  leve mejoría, en niveles de educación superior también existen problemas que no son nada nuevos.

Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, en el informe del año 2013, los jóvenes de niveles socioeconómicos mas altos tienen casi 5 veces mas posibilidades de terminar la educación media superior que aquellos mas pobres, en concreto, el 71% de los jóvenes del quintil mas rico, termina la educación media superior, pero en el quintil mas pobre, lo hace tan solo el 15%. En el informe del año 2019-2020, los números ascienden a 78.3% y 18.5% respectivamente, y el total de egresos corresponde al 42.7%

Si bien la conclusión mas rápida es la brecha de resultados entre ambos quintiles, hay otros dos aspectos muy concluyentes. El primero es que mas del 20% de los jóvenes del quintil mas rico no termina la educación media superior, es decir que hay aspectos que no siendo económicos, suponen barreras para la culminación de los estudios. Y el segundo, en vista de la conclusión anterior, ¿Qué esta sucediendo con la educación media superior que mas de la mitad del alumnado no la culmina?

Entendamos, que si un joven del quintil mas alto, no encuentra atractiva la educación media superior dentro de toda la oferta que pueda existir, tanto sea pública como privada, ¿Qué opciones le estamos dando al joven del quintil mas bajo, que no tiene posibilidades de elegir?. Si a ese joven, la educación pública que es la única a la que puede acceder, no le ofrece las condiciones para continuar sus estudios, sea cual sea el motivo, entonces el sistema educativo tiene un gran problema.

Los indicadores no son solo magros de manera doméstica, hacia el año 2019, el 58.9% de los uruguayos entre 20 y 24 años no tenían secundaria completa, mientras que el promedio de Latinoamérica asciende a 36.6%. En 10 años desde el 2009 al 2019, el promedio de Latinoamérica bajó 21% mientras que, en Uruguay, la baja no llega al 10%.

Sea el motivo que sea por el cual el sistema educativo está estancado, con mucha universalización en los primeros años es cierto, pero con muchos abandonos sobre los últimos años de enseñanza obligatoria, es menester de los gobernantes hacer que la educación pública vuelva a tener el protagonismo a nivel regional que tuvo hace varias décadas.

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