Ojo con apurarse

«Los que dieron manija, que se acuerden que dieron manija, nada más, ni nada menos. Y además otra cosa: Ustedes (los periodistas) me vienen siguiendo desde que asumí el gobierno y saben de las acciones que hemos tomado; nunca a este gobierno le tembló el pulso cuando tuvo que sacar a alguien de cualquier jerarquía; nunca dijo que le hacían bullying a nadie, nunca los mandó a guardar y no salgas hasta que desaparezca la causa, nunca justificó nada. Siempre fuimos de frente y dijimos las cosas, y no va a cambiar ahora».

La frase es del presidente Luis Lacalle Pou y fue pronunciada en rueda de prensa en referencia a las críticas provenientes desde la oposición, las cuales llegaron a hablar de un posible “daño institucional” en relación con el denominado “caso Astesiano”. Fue publicada el miércoles 30 por el diario El País.

El mismo medio de prensa recogía al día siguiente declaraciones del intendente de Canelones – y posible candidato a la presidencia por el Frente Amplio en las próximas elecciones – Yamandú Orsi, respondiendo a los dichos del presidente: «Me parece que habría que bajar la pelota al piso y dedicarnos a los temas que hoy nos competen, a partir de esto que se está conociendo». Su actitud de apariencia moderada y de aparente llamado al diálogo, pasaba sin embargo renglón siguiente a plantear que haya una «acción política un poco más fuerte», y que «alguien asuma alguna dificultad, y no solo la Justicia», en referencia al ya mencionado caso.

«La imagen es lo que trasciende de Uruguay para afuera. Todos quisiéramos que hoy en la prensa internacional se estuviera hablando de los logros de la selección uruguaya, y estábamos leyendo algún periódico de afuera que aparecen cosas que no son tan gratas», agregó.

Con Uruguay eliminado del mundial de Qatar, es evidente que la imagen país a la que aspira el intendente Orsi, se ha visto tremendamente devaluada pocas horas después de pronunciadas esas palabras. Y es que no es bueno entreverar deporte con institucionalidad.

Por otra parte, tampoco parece muy adecuado prima facie, que el presidente de la República salga a defender su posición en rueda de prensa, en un asunto que no le compete a él sino a la Justicia resolver.

Analizando la carrera electoral que ya parece haber comenzado, Orsi logra claramente su objetivo. Acaba de situarse en una discusión de igual a igual, con quien hoy ocupa el cargo de mayor jerarquía en el país, cargo al cual él aspira llegar en la próxima elección.

«Hay algunos que no se están dando cuenta que con esta manija y hablando de daño institucional, ahí es que dañan la institución. Lo que tienen que tener claro es que yo voy a dejar de ser presidente, va a venir otro, no sabemos de qué partido, y otro, y de las fortalezas más grandes que tiene el país es la institucionalidad, aún en estos casos, tomándolos con prudencia, con paciencia y equilibrio y desde nuestro punto de vista colaborando con la Justicia», afirmó en su rueda de prensa Lacalle Pou.

Y en esto tiene razón el presidente y se entreveró el intendente de Canelones que arrancó acelerado a tomar la punta en la carrera presidencial. Su actitud y accionar de candidato se sale totalmente del contexto de sus responsabilidades como intendente y demuestran una ansiedad electoral extemporánea que no corresponde.

No hay que olvidar que, en el Uruguay, siempre ha estado y estará vigente la famosa frase de José Batlle y Ordóñez en relación con los políticos que buscan apurarse y quemar rápidamente etapas, para acceder al poder:

“El que se precipita, se precipita”.

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