Algo huele mal

Algo huele mal; muy mal…y percibirlo a tiempo puede ser, en definitiva, una muy buena noticia.

Hace algunos días, opinábamos sobre el hecho ocurrido en la Junta Departamental de Canelones, donde el oficialismo logró la mayoría necesaria para la aprobación de un fideicomiso por US$ 44 millones. Dicha mayoría especial fue lograda con el voto a favor de un edil del Partido Nacional.

Comentábamos que, actuando en solitario y con aparente deslealtad, el edil decidió desatender las negociaciones que se venían adelantando desde hace meses por la coalición de gobierno. Agregábamos que al abrazarse con el intendente frenteamplista y asumir una posición independiente a contrapelo de sus responsabilidades éticas y políticas como representante comunal de su partido, ese edil generó un precedente para estos tiempos post gobierno nacional del Frente Amplio, al que difícilmente se le puedan encontrar atenuantes.

Se trata de un representante barrial al que el intendente Orsi podría haber atraído con promesas y ofrecimientos que desde el punto de vista humano y hasta del resultado de su accionar como vecino, a veces pueden parecer atrayentes y llamar a confusión.

Con este tema todavía sobre la mesa y para sorpresa de muchos, en otra Junta Departamental dos ediles del sector Ciudadanos del Partido Colorado actuaron en concordancia con el edil blanco de Canelones. Esta vez no fue en atención al encantamiento de un intendente sino siguiendo instrucciones precisas del líder de su sector, el ministro de Ambiente Adrián Peña.

Ante el interés planteado por la intendenta de Montevideo Carolina Cosse de lograr la aprobación de un crédito del BID por US$ 70 millones, para lo cual también se requería una mayoría especial de votos en el legislativo comunal, la coalición de gobierno, con la figura de la excandidata a la IMM por la Coalición Multicolor y presidenta de la Departamental del Partido Nacional Laura Raffo al frente, venía negociando. La idea planteada era la de apoyar la aprobación del referido préstamo, bajo ciertas condiciones que priorizaban la inversión en obras de saneamiento en diversos asentamientos, en vez de la recolección clasificada de residuos e inversión en camiones, contenedores y campañas publicitarias que pretendía incluir la actual intendenta en un alto porcentaje de la inversión programada.

Si la actitud del edil blanco de Canelones indignó a su partido, la del ministro del Ambiente causa un cierto asombro que, bien analizado, termina moviendo a risa.

Y es que su decisión de distanciarse de una coalición con la cual alcanzó el cargo de ministro en un flamante y por él estrenado Ministerio de Ambiente, para defender “por razones ambientalistas” la recolección clasificada de residuos en ciertas “selectas” zonas de la ciudad, mueve a risa. Pero cuando esta decisión se produce en detrimento del saneamiento de varios barrios carenciados cuya condición ambiental parece menos interesante al ministro, su actitud preocupa.

Preocupa porque en una IMM macro cefálica, promover la compra de camiones y contenedores a pagar en veinticinco años, prescindiendo de la inversión privada que puede hacer de la clasificación ordenada de residuos un excelente negocio, es sencillamente absurdo.

Preocupa porque al parecer el tema que prioriza el ministro y lo deja en evidencia en cuanto a su concepción del significado de la palabra lealtad, es un proyecto que además de ser inviable económicamente sin la intervención del sector privado, ni siquiera le pertenece.

Preocupa porque con relación a temas vinculados con la IMM con los que el novel Ministerio de Ambiente pudiera encontrar interés en dialogar e informarse, caben muchos de los que no se habla tales como, y sólo por citar algunos:

  • Situación real del vertedero municipal de Felipe Cardozo y Cochabamba. La contaminación ambiental por emanaciones provenientes del mismo.Falta de inspección del subsuelo en todo su contorno para ubicación y control de contaminación por lixiviado proveniente de una acumulación de basura de todo tipo que lleva décadas. Control de contaminación de aguas en la cañada de las Canteras y arroyo Carrasco (con sus probables graves derivaciones en playas de Canelones).
  • Situación del emisario subacuático de Punta Carretas. ¿Qué ocurre con las diversas fracturas que dicha instalación sufre desde hace lustros? ¿Qué medidas de control y reparación se han tomado o se proyecta tomar?
  • Contaminación real de playas de Montevideo, a partir de la situación derivada del punto anterior.

Preocupa porque esto es solo una mínima parte de lo que al ministro debiera atender con relación tan solo a Montevideo y su ministerio debe preocuparse por resolver y prevenir los problemas ambientales en los diecinueve departamentos.

Preocupa porque no contento con su desubicación, el ministro intentó sumar a otros ediles a acompañarlo en su actitud sin lograrlo porque, para su sorpresa, no todos los ediles tienen sus mismos criterios.

Preocupa porque el día de la votación el ministro viajó a Miami para atender un evento de su ministerio según se anunció, mientras él y sus ediles, junto con la totalidad del oficialismo montevideano, fueron derrotados en la votación.

Preocupa porque el diputado Ope Pasquet, perteneciente al mismo sector político del ministro, apoyó también vehementemente la decisión tomada de votar con el oficialismo montevideano y hasta se refirió a un gobierno nacional que pondría “palos en la rueda” a la gestión del Frente Amplio en la IMM.

Un gran faroleo digno de tablado, que sirvió para recordar que hay un sector que habiendo alcanzado sus últimos resultados electorales bajo la batuta de Ernesto Talvi, que para sorpresa de muchos abandonó la política activa, está ahora a la deriva.

Algo huele mal; muy mal…y percibirlo a tiempo puede ser, en definitiva, una muy buena noticia.

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