Desde aquel 1825 que nos terminó de alejar del ideario artiguista de la Liga Federal y marcó el camino de nuestra independencia, la Banda Oriental, conocida luego como República Oriental del Uruguay, ha transitado por muy diversas etapas.
Casi doscientos años después, reunidos e identificados como nación, consideramos oportuno poder contribuir a un debate honesto y frontal, que nos haga cada vez más libres, prósperos y soberanos.
Es interesante detenerse un instante para dar una mirada al espejo de la historia y analizar con visión de satélite nuestra propia idiosincrasia. Y es en ese contexto que podemos observar que, en términos generales, poseemos diversas particularidades que nos caracterizan.
Los orientales no somos anarquistas. Nos gusta que el Estado cumpla su función y asegure orden y justicia, salud y educación, convivencia en paz y respeto irrestricto de los derechos de cada individuo.
Los orientales no somos envidiosos. Valoramos el derecho de propiedad y el de cada individuo para desarrollarse y crecer social y económicamente. En paralelo a eso, deploramos los monopolios, los abusos de poder, las ventajas y amiguismos repartidos desde el Estado, que hacen que algunos pocos privilegiados se jacten sin merecimiento alguno de ser exitosos, menospreciando el permanente esfuerzo y dedicación que aporta el resto de la sociedad.
Los orientales somos solidarios. Esta pandemia que ha sacudido al mundo nos ha puesto a prueba, y otra vez estamos demostrado que sabemos cumplir.
No necesitamos ni admitimos, que el Estado se vuelva cuasi totalitario para conseguir los objetivos que nos planteamos como sociedad.
En Libertad Responsable, esperamos poder colaborar con la tarea de hacer que los orientales se reconozcan a sí mismos, con orgullo de pertenecer a esta gran nación que hoy habita no sólo en el país, sino también dispersa por todo el planeta.
Los ideales de libertad, que conllevan los de igualdad ante la ley, solidaridad y protección de los más necesitados, serán el faro que guíe nuestro rumbo. Recorreremos el camino de la mano con nuestros lectores, columnistas y colaboradores.
Tanto en tiempos difíciles como el que hoy nos toca vivir -con la irracional agresión de Rusia a Ucrania que parece haber hecho reaccionar a Occidente de su letargo ideológico- como en los de cordura, bonanza y prosperidad, que seguramente el futuro nos deparará, aquí estaremos.