“Una cosa es ser liberal y otra cosa es promover el retiro del Estado”.
Con esta frase que marca un punto de inflexión en la forma de ver el mundo de algún sector del Frente Amplio, la intendenta de Montevideo trataba hace algunos días de justificar la pretensión de su partido de derogar los artículos de la LUC sometidos a referéndum.
Sin percatarse de lo ocurrido, sus palabras terminaban con la demonización del liberalismo que ese conglomerado político ha mantenido como estandarte durante más de treinta y cinco años.
De hecho, evitando el uso del término neoliberal que tan aburrido tiene al electorado, reconoció la inoperancia de ese mote que nunca nadie ha sabido definir y dejó en evidencia que en poco tiempo de relevado el Frente Amplio del poder, la palabra libertad y todos sus derivados han ganado terreno y valoración en el espíritu de esta nación.
Desde Libertad Responsable, continuaremos esforzándonos por explicar las razones que nos llevan a abrazar las ideas de la libertad, entendiendo que estas no son patrimonio exclusivo de ningún partido.
Si lo analizamos con detenimiento, Carolina Cosse pudiera haber comprendido que hay cosas mucho más urgentes a anular o corregir que las planteadas en el referéndum que hoy nos ocupa y que muchas de ellas dependen de su decisión directa desde el cargo que hoy le toca ejercer.
Para tranquilidad de la intendenta y de todo el séquito burocrático que la secunda, nadie ha planteado el retiro del Estado.
Lo que se plantea en el Uruguay de hoy, es el retiro de quienes desde el poder sienten que el Estado les pertenece y la necesidad imperiosa de quitarle peso exigiéndole eficacia y garantías, para que quienes lo financian puedan vivir y desarrollar sus actividades con autonomía, reglas claras, sin caprichosas trabas o imposiciones y con la tranquilidad de saberse seguros, reconocidos y respetados.