Tsunami de año bisiesto

Un artículo de Santiago Soravilla publicado por El Observador, daba cuenta esta semana del ingreso repentino de aproximadamente un millar de personas presupuestadas o contratadas al Estado.

Metafóricamente hablando, el presidente tuvo que “surfear” la ola (casi un tsunami) de nuevas incorporaciones el 29 de febrero, justo un día antes de que por ley, le serán impedidas nuevas contrataciones hasta el fin de su mandato.

Que ingresen nuevos funcionarios el último día habilitado para tal fin no es una noticia que llame la atención, en un país de clara raigambre batllista como el nuestro.

Lo que sí sorprende y genera curiosidad, son algunas cifras vinculadas al reparto de esos nuevos ingresos.

Y es así que observamos que por ejemplo el Ministerio del Interior, no habría sido beneficiado con ningún nuevo nombramiento y el Ministerio de educación y Cultura lo habría sido con apenas tres nuevos funcionarios presupuestados. En claro contraste con lo anterior, al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se le habrían asignado 400 nuevos funcionarios, al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) 232 y al Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) 126.

Desde Libertad Responsable consideramos llamativa la diferencia señalada entre los diversos destinos de los nombramientos, la cual, probablemente, tenga una explicación razonable.

Es por esa misma razón, que entendemos muy necesario que la ciudadanía sea informada de por y para qué, se han gestado tan dispares designaciones.

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