Ciudades con perspectiva de Género

El diseño de las ciudades y la manera de gestionar el espacio tienen una fuerte influencia en cómo nos movemos diariamente, con quién nos vinculamos y qué actividades realizamos. También se relacionan y se vinculan mutuamente con el enfoque de género en la convivencia cotidiana.

En pos de priorizar el ámbito productivo de la sociedad, se ha privilegiado el automóvil particular cómo forma de acceso a los bienes y servicios que se encuentran dispersos por la ciudad. Sin embargo, según datos de Journal of Transport Geography presentados en nota de La Diaria del 26/03/22, apenas el 33% de las mujeres adultas en Montevideo tienen libreta de conducir y, entre las que cuentan con un auto en su hogar, solamente 3 de cada 10 mujeres “tienen acceso al auto familiar con regularidad”. Esto genera que el tiempo de traslado para las mujeres sea mayor, incluso en distancias cortas; y, al utilizar mayoritariamente el transporte público o ir caminando, provoca una mayor demora en llegar a destino.

El privilegio del auto privado como medio de transporte no sólo tiene los efectos mencionados, sino que además, favorece el sedentarismo, las emisiones de dióxido de carbono, los siniestros de tránsito y otras tantas consecuencias negativas, en especial,  sobre sus calles, que es el espacio público “estrella”. No obstante, se observa un desbalance de género en el acceso al mismo.

“La ciudad feminista (como el feminismo) tiene enorme potencial para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad.” En ella, la prioridad la tiene el transporte público y “… la caminabilidad de la ciudad en cada nueva obra y en cada decisión de gestión del espacio, incentivando la movilidad peatonal con veredas más anchas cuya calidad permita los traslados con artefactos y dependientes.” Inclusive, la instalación y mejora de mobiliario e infraestructura urbana se hace muy necesaria en general, en especial para que las mujeres mayores, que son quienes se trasladan mayoritariamente a  pie, puedan hacerlo con mayor facilidad y comodidad.

Otras propuestas consisten en: la disminución de la velocidad máxima en ciudad a 30 km/h, a excepción de algunas avenidas; iluminar y señalizar adecuadamente las paradas de ómnibus; reducir los tiempos de viaje con más cantidad de sendas sólo bus; rediseñar trayectos y frecuencias, priorizando la puntualidad y disponibilidad de información en tiempo real y; el incentivo de la bicicleta como medio de transporte fundamental. Para esto se necesita  el fomento del uso compartido con autos a baja velocidad y un diseño atractivo y seguro de ciclovías.

La información recién proporcionada fue brindada a La Diaria por Ana Inés Morató, quien forma parte del Colectivo Ciudad Abierta, que busca potenciar la sostenibilidad de las ciudades a nivel global.


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