El diario El País destacaba el pasado viernes en su editorial, la entrevista realizada en el programa Desayunos Informales (canal 12) al antropólogo profesor José María López Mazz, acerca del reciente hallazgo de restos óseos en el Batallón 14 de Toledo.
Responsable durante diez años hasta su renuncia en 2014 de la búsqueda de desaparecidos en dictadura, pareció no estar muy de acuerdo con la actual conducción de esas tareas.
Los periodistas Leonardo Haberkorn y Paula Scorza intentaron profundizar sobre ciertos testimonios e informaciones que el entrevistado manifestó habrían surgido estando él a cargo, que no lograron oficializarse.
“A mí me decían no hables de eso, no hables de eso”, señaló. Consultado acerca de cuál sería la explicación para no hablar de eso, quedó flotando la idea de que era mantener los puestos de trabajo de los investigadores y que eso podría haber sido más importante que la búsqueda de la verdad.
De alguna manera, las declaraciones del profesor grado 5 en Arqueología, coinciden con lo manifestado a La Diaria hace pocos días por la antropóloga Alicia Lusiardo, actual coordinadora del equipo de profesionales que integran el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), a cargo de la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos.
Lusiardo afirmó en la entrevista mencionada, que lleva la firma de Pablo Manuel Méndez, que antes se excavaba en un lugar nomás, pero que ahora la idea sería excavar la totalidad del área. Señaló también qué: “Con la salida del doctor López Mazz (en agosto de 2014) tuvimos algunas cautelas, que ya estaban pedidas y había que terminarlas, pero en la medida que se pudo terminar eso, pudimos pedir nuevas cautelas y ahí sí decir; ´no vamos a excavar sólo lo que presenta algún tipo de anomalía, sino que vamos a excavar todo´”.
Hablamos de 408 hectáreas; una hectárea tiene 10.000 metros cuadrados y se indica por parte de la coordinadora del GIAF que entre distintos hallazgos ubicados a 90 y 100 metros lineales de distancia, transcurrieron 12 y 14 años.
Y aquí surgen las grandes interrogantes: ¿Cuánto tiempo y recursos se proyecta destinar a la búsqueda?; ¿a cuánto asciende lo hasta hoy invertido?; ¿cuál es el plan de trabajo programado?; ¿cuánto se avanza por semana con el procedimiento actualmente utilizado?; ¿cuántas décadas demandará revisar esos 4.080.000 metros cuadrados que se pretende revisar palmo a palmo al parecer con pala mecánica?
Desde Libertad Responsable entendemos imprescindible la aclaración de estos puntos para qué, una vez bien informada, la ciudadanía que es la que en definitiva paga la cuenta, pueda opinar con seriedad y solvencia sobre el tema.
En cualquier caso, tampoco parece razonable, bajo ningún punto de vista, prolongar eternamente y de generación en generación el sufrimiento y la agonía de quienes han padecido a través de sus familiares directos detenidos y desaparecidos, semejantes sufrimientos y aberraciones.