Gracias, pero no

Un buque cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua y miniplantas potabilizadoras portátiles del Ejército argentino, fueron ofrecidas al presidente Luis Lacalle Pou por su par argentino Alberto Fernández a través de su canciller.

El presidente uruguayo agradeció la oferta, pero por el momento decidió no aceptarla.

Habida cuenta de la deriva ideológica en la que va decantando el Mercosur y del respaldo incondicional a las dictaduras del continente que parece promover el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva con aparente aval del presidente argentino, aceptar dádivas de los vecinos podría resultar en costos y consecuencias incalculables.

El histórico centralismo de Buenos Aires, generó desde los tiempos de Artigas situaciones similares y la forma más adecuada de lograr las mejores relaciones, parece ser la de evitar dependencias, independientemente del aparente perjuicio que esto pueda representar. 

Desde Libertad Responsable y vistos los resultados de la reciente cumbre del Mercosur celebrada en Puerto Iguazú, cuya declaración final Uruguay no refrendó, vemos a todas luces interesante el planteo uruguayo de abandonar ese mercado común que parece estancado en el tiempo.

Convertirse en Estado asociado, en el mismo nivel de libertad y compromiso en el que se encuentra actualmente Chile podría llegar a ser la mejor de las opciones.

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