Una columna de Francisco Pascual publicada en Madrid por el diario El Mundo esta semana, era encabezada con una interesante definición del término Lobby caracterizado como:
“Ese espacio opaco, exclusivo y con acceso ‘all included’ al presidente, en el que la frontera del interés público y el privado se diluye entre sonrisas de complicidad”
La definición de marras era mencionada en referencia a la investigación judicial llevada adelante en España a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de aquel país Pedro Sánchez, a quien se señala como posible partícipe de acciones relacionadas, entre otras, con tráfico de influencias.
España realiza en la actualidad permanentes esfuerzos por mantener una información libre y al resguardo de cualquier intento de censura por parte del poder de turno.
Desde Libertad Responsable consideramos que, tanto en España como en cualquier país democrático del mundo, es necesario iluminar con un periodismo radiante, a ese “espacio opaco” instalado en “la frontera del interés público y el privado”.
Es allí donde el llamado cuarto poder, adquiere su verdadera importancia y dimensión.
Y es a través del reconocimiento y respaldo que los gobiernos otorguen a la total libertad de prensa, que la ciudadanía mide el grado de libertad del que realmente goza o el de las tendencias autoritarias de sus gobernantes.