El Plan Ceibal se inspiró en el proyecto “Un portátil para cada niño” diseñado desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y presentado por el profesor estadounidense Nicholas Negroponte, en el Foro Económico Mundial de Davos en 2005.
Al presidente Tabaré Vázquez le fue informado ese interesantísimo trabajo de investigación académica, que terminó tomando forma en Uruguay en abril de 2007, con un proyecto a todas luces innovador.
Ese plan de carácter nacional pasó en nuestros días a convertirse en un asunto de Estado, cuya continuidad e imperiosa mejora es asegurada por las actuales autoridades, que celebraron por todo lo alto los quince años de su creación, con alegría y reconocimiento.
Ceibal (Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea) es a esta altura, como la selección uruguaya de fútbol, capaz de unirnos a todos sin disonancias políticas o ideológicas.
Sus logros, confirmados en los grandes aportes que protagonizó para mantener encendida la llama de la educación y la integración docente estudiantil durante la pandemia, nos identifican de forma horizontal a todos los orientales y nos enorgullecen.
Ceibal no ha sido siempre así. Como todo proyecto grande y ambicioso, debió enfrentar en su trayecto altibajos, situaciones difíciles a veces ingratas y desánimos varios; pero el hecho de haberse convertido en una gran herramienta educativa e integradora hace que muchos uruguayos estén pendientes y actúen como observadores permanentes de sus desafíos y resultados.
En honor a la verdad, Ceibal tampoco fue el primer intento por trasladar a una escuela pública de algún lugar alejado y con pocas oportunidades de acceder a la información la “magia” del acceso a internet, pero si fue el primero en ser promovido y aprobado desde el gobierno a nivel nacional.
A la hora de iniciarse el proceso de una necesaria reforma educativa, desde Libertad Responsable homenajeamos a Ceibal y a sus creadores, encargados, participantes, usuarios y relacionados con el proyecto, conscientes de que este debe mantenerse en constante renovación, con miras a revolucionar el concepto de educación a distancia aprovechando todo su potencial y terminando definitivamente con muchas de las diferencias que la ubicación geográfica de muchos centros de estudio solía generar.