Una elección plebiscitaria

A pocas semanas de la elección nacional 2024 en Uruguay, las encuestas de opinión anuncian resultados muy inciertos y hasta un empate técnico en la intención de voto de las dos coaliciones enfrentadas.

La presidencia de la República se dirimirá un mes después por ballotage.

Hasta aquí nada que sorprenda al electorado ni genere preocupación más allá de la que afecte directamente a los políticos aspirantes a gobernar y la consecuencia directa que sobre sus respectivas aspiraciones surjan como consecuencia de los resultados.

Nuestro sistema democrático ha venido madurando después del shock que significó la dictadura, superada hace ya cuarenta años. Sin embargo, en la actualidad, se ha vuelto muy notoria la apatía del electorado. Esta realidad, parecería estar advirtiendo de una necesaria modernización del sistema, posible ahora que los riesgos de caer en extremismos de derecha o de izquierda, parecen haberse esfumado.

Nadie en su sano juicio aspiraría a ver que se repitan los traumas ya superados.

Sin embargo, esta elección arrastra consigo la propuesta de dos plebiscitos que sí generan ansiedad y preocupación a un alto número de votantes. Ambos, por su trascendencia, afectarían de ser aprobados a toda la ciudadanía, sin importar su color político.

Habida cuenta de esta situación, resulta incomprensible que listas de todas las tendencias “ensobren” solapada y disimuladamente la opción plebiscitaria que cada agrupación respalda, generando una presión indebida en un electorado al que se supone respetan.

No parece buena idea mezclar una elección presidencial, de legisladores y de candidatos a la Junta Electoral, con reformas constitucionales múltiples, las cuales merecen en sí mismas un debate minucioso y una toma de conciencia ciudadana acorde con las consecuencias que sus resultados acarrearán para todos.

Ambas propuestas resultan extremadamente discutibles, distorsionan la elección, y podrían poner en riesgo derechos fundamentales, que hacen a la esencia misma del Estado de Derecho.

Debieron haberse planteado en otras circunstancias y no con la liviandad y desparpajo con la que se lo está haciendo, como si se tratara de nuevas opciones adicionales de marketing, utilizadas estratégicamente en una elección nacional.

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