Un artículo titulado Iglesias: ¿Cómo se controla a una de las organizaciones de mayor riesgo de lavado?, publicado el viernes 12 en el diario El País, afirma que “la Secretaría Nacional para la Lucha Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) comenzó a fines del año pasado a fiscalizar a las organizaciones sin fines de lucro (OSFL), entre las cuales se encuentran las deportivas, educativas, sindicales, los partidos políticos y las religiosas.”
Según señala la nota, las organizaciones religiosas serían unas de las que presentan mayores riesgos de ser utilizadas para ese fin.
En ese contexto, sorprendió la imagen que ilustra el artículo donde aparecen un crucifijo en primer plano y detrás una religiosa claramente perteneciente a la Iglesia Católica, en actitud de rezo y recogimiento. Curiosa ilustración que parece tender más a un amarillismo selectivo que a la información clara y concreta de lo que preocupa a la Senaclaft.
Y es que, entre la docena de organizaciones religiosas mencionadas, la Iglesia Católica a pesar de su arraigo y tradición en el país, ocupa un módico séptimo lugar en cuanto al volumen de los fondos manejados.
Ignacio de Posadas, ya concluida su columna sabatina para el diario El País de ayer 13 de agosto, agrega al final una nota de último momento, argumentando que ya enviada su columna, “leo en El País una extensa y muy adornada crónica sobre los supuestos desvelos de la Senaclaft a por el potencial riesgo del lavado de dinero utilizando instituciones religiosas.”…“Leído desde la realidad económica de la Iglesia” – se refiere a la iglesia Católica – “el artículo es surrealista (también ofensivo)”…”No queda claro cuánto de la novela es fruto del desubique de quienes buscan publicidad en la Senaclaft y cuánto corresponde al afán de entretener del medio. Pero uno y otro son culpables de fabricar una realidad que no es indiferente: hace daño.”
Desde Libertad Responsable nos hacemos eco de lo expresado por Ignacio de Posadas, al tiempo que llamamos a la reflexión a todos los orientales acerca del riesgo de promover solapadamente desde la información, injustas e infundadas cazas de brujas.
