Según informara el diario El Observador, los niveles de sal y cloruros en el agua suministrada por OSE a Montevideo y su área metropolitana, descendieron abruptamente a sus valores normales este viernes pasado, gracias a las últimas precipitaciones acaecidas en la cuenca del río Santa Lucía, recuperando lentamente los niveles de las represas en ella instaladas.
Sin embargo, comprobada esta realidad que nos alivia a todos, no se ha visto ninguna reacción de quienes, desde la más cavernícola oposición, se ocuparon de señalar por varias semanas, incluso solicitando ayuda desde el exterior y generando alarma internacional durante la emergencia, que el problema era responsabilidad directa del poder Ejecutivo.
Hoy, cuando la situación comienza a normalizarse con relación al abastecimiento de agua potable de Montevideo y su área metropolitana, simplemente desaparecen.
Aprovecharse de una emergencia nacional que es responsabilidad de todos para buscar ventajas electorales, es algo deplorable que merece ser destacado.
¿Alguien le impone desde el gobierno nacional a la intendenta de Montevideo como debe actuar para solucionar, entre tantos otros, el problema de la basura?
Desde Libertad Responsable consideramos patético el accionar de algunos líderes políticos, medrando con emergencias que nos afectan a todos, al tiempo que descuidan y tal vez hasta evaden, sus propias obligaciones.
Es tiempo de que la sociedad tome conciencia y extirpe en forma definitiva, democráticamente y sin imposiciones, a tan nefastos participantes.
Claramente, de eso depende el futuro de nuestra democracia.