La repetición y el abandono educativo

El CODICEN tiene en sus manos una reforma educativa en la que se plantea eliminar la repetición en los dos primeros años de cada ciclo, evitar los exámenes en liceos y UTU, y cambiar el sistema de calificaciones a los estudiantes.

La restricción a la aplicación de la repetición de grado será sustituida por “estrategias de acompañamiento y apoyos complementarios” al estudiante, medida que no tuvo el apoyo de la representación docente.

Según los datos brindados por El Observador, del total de los estudiantes que terminaron la educación primaria en el año 2013, solo el 33.5% se mantuvo en el liceo o UTU al cabo de 5 años.

El argumento principal que va en contra de la repetición es justamente, que propicia el abandono del sistema por parte del estudiante.

Según el Informe Sobre el Estado de la Educación en Uruguay publicado por el INEED,  hacia el año 2013, el porcentaje de repetición en educación secundaria básica es del 25.3% y en educación primaria es de un 4.6%. Comparando los datos con la región, la repetición en Educación primaria se encuentra a niveles similares de otros países, no siendo así en educación secundaria básica, la cual se encuentra hasta cuatro veces el nivel de otros países. Por ejemplo, en Chile, la repetición en secundaria es del 4.8% y primaria 4.4%, en Perú es de 5.6% y 4.8%, en Argentina es de 11.3% y 2.9% y en Costa Rica es de 12.2% y 5% respectivamente.

En el mismo informe se desglosan algunos motivos que los estudiantes atribuyen a la repetición y son los siguientes según el nivel educativo:

Quienes repitieron algún año de educación primaria lo atribuyen a que no le entendían a la maestra (19.2%), nunca les gustaron ni las cuentas ni las letras (17.7%), problemas de salud (15.2%) e inasistencias frecuentes (13.7%).

Por su parte, la causa principal entre quienes repitieron en educación media es que no les gusta estudiar (20.7%).

En Montevideo, el 14.8% de quienes repitieron respondieron que iban al centro educativo pero no entraban a clase, el 10% que no entendían lo que se daba en clase, el 9% consideraba que los temas no tenían que ver con sus intereses, y un 8.6% que trabajaba.

En el interior del país, quienes iban al centro educativo pero no entraban a clase era el 11.6%, los que consideraban que los temas no tenían que ver con sus intereses era el 10.1%, quienes trabajaban era el 10.3%, y existe un 10.8% que consideraba que faltaban mucho y nadie se preocupaba de que fueran.

Evidentemente el problema de fondo es otro, si el estudiante no tiene interés, hacer cambios para generarlo, si no entienden los temas o a las maestras, hacer cambios para que entiendan, si no asiste a clase, hacer cambios para que asista. Lo que sí, mitigar el abandono generado por la repetición por la vía de la eliminación de esta última, parecería no tener sentido, y es tan ridículo el rumbo, que pone como prioridad la asistencia por encima del cometido principal de cualquier sistema educativo a cualquier nivel, que es que los estudiantes aprendan.

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