Esta semana, con la misma energía con la que vivió, falleció Sebastián Piñera.
Si como todos sabemos existen múltiples facetas que calzan con la condición de ser liberal, el ex presidente de Chile contaba con muchas de ellas y las aplicaba a diario.
Sus últimas palabras fueron dirigidas a quienes lo acompañaban en ese viaje final mientras el helicóptero que piloteaba se precipitaba a las aguas del Lago Ranco: “Salten ustedes primero”.
Sus tres acompañantes salvaron la vida.
Desde Libertad Responsable hacemos llegar a sus familiares, amigos y al pueblo de Chile, nuestras condolencias y solidaridad, en tan ingrata circunstancia.
Con su desaparición física, desaparece uno de los más grandes baluartes de la democracia que la historia chilena ha sabido producir, al menos en estas últimas cuatro décadas.
En un país polarizado, donde derecha e izquierda no logran establecer un balance racional que permita potenciar la gobernabilidad que la ciudadanía reclama, tal vez el terremoto emocional que provoca la pérdida de un ser con el que para coincidir o para discrepar todos contaban, obligue a reflexionar.
Latinoamérica está de luto.
Lo vamos a extrañar.
