Marcelo Abdala preside el Pit-Cnt, sin haber sido electo en elecciones con garantías y voto secreto, que respalden con solvencia democrática su representatividad. A simple vista, parece ser un estilo comparable al aplicado en las elecciones venezolanas por su admirado Nicolás Maduro. En la práctica, no se sabe a cuantos trabajadores representa con legitimidad, aunque actúa como si fuera el vocero de todos ellos.
Durante su presidencia en el máximo organismo sindical, no parece haber tenido destaque significativo alguno por logros en favor de aquellos a quienes representa. No obstante, su nombre ya siendo presidente de la mencionada organización, ocupó sendos titulares de prensa al haberse accidentado chocando varios vehículos estacionados, mientras conducía bajo los efectos del alcohol.
Esta vez, fue su discurso con motivo de la tradicional concentración convocada para festejar el Día de los Trabajadores el pasado 1°de mayo en Montevideo, el que volvió a llevarlo a la fama, incluso a nivel internacional.
Según reseñara el diario El País, hasta el renombrado periodista peruano Jaime Bayly cargó contra el sindicalista y contra la extrema izquierda latinoamericana con la que se lo asocia, desde su programa emitido en Miami por Mega, ese mismo día.
Entre otros comentarios, Bayly habría expresado que: «uno de los más poderosos sindicalistas de Uruguay, el jefe de la más influyente central sindical dijo barbaridades contra el gobierno y el pueblo de Israel”. Y concluyó con dos palabras que dejan en claro la sensación generada por el discurso de Abdala: «Una vergüenza».
Desde Libertad Responsable, deploramos las expresiones de Abdala al afirmar la existencia de un “genocidio” ejercido por Israel en Gaza, sin hacer mención a la guerra que ese Estado libra contra el terrorismo emplazado en esa región, ni al genocidio perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, invadiendo Israel, asesinando, violando, incinerando, exterminando familias enteras y secuestrando a más de 200 personas muchas de las cuales permanecen desaparecidas hasta el día de hoy. A la fecha, Hamás no solamente justifica esa acción, sino que anuncia que será reiterada.
Al acusar a Israel sin fundamentos de genocidio, se busca justificar que el terrorismo utilice en forma permanente y sin escrúpulo alguno a civiles palestinos a modo de escudos humanos o carne de cañón, accionar que estaría constituyendo un verdadero crimen de lesa humanidad al que estaría siendo impulsado el pueblo palestino, cuya frontera con Egipto permanece herméticamente cerrada y no tiene hacia donde escapar.
Por otra parte, si el discurso de Marcelo Abdala fue algo deplorable, también lo fueron las aclaraciones que la central sindical que preside publicara el viernes 3 de mayo en su página web, bajo el título de PIT-CNT: Ante algunas distorsiones y dudas respecto a nuestra posición acerca de la situación en la Franja de Gaza, que expresan lo siguiente:
“Tal cual se expresó en nuestra declaración de 10 de octubre, condenamos todas las formas de terrorismo, en particular el criminal atentado de la organización terrorista Hamás y exigimos la liberación de todos los rehenes.
Además, expresamos nuestro total respaldo a lo expresado el Primero de Mayo, que de ningún modo puede asociarse al antisemitismo, ya que condena el genocidio de la ultraderecha que gobierna el estado de Israel, promoviendo ´el cumplimiento del alto al fuego solicitado por Naciones Unidas y la aplicación de la resolución 242 de Naciones Unidas, que habla de dos estados con Jerusalén como capital común y la convivencia pacífica entre religiones y pueblos distintos que se merecen la felicidad´.
Solamente interpretaciones cargadas de odio y fanatismo pueden vincular esto con el antisemitismo o la negación al derecho de ambos pueblos a tener un Estado y una vida digna.”
De ahí el título que encabeza este editorial.
